Afronta la vida con actitud positiva
a. No seas pesimista acerca de ti mismo y las situaciones.
​Tal vez no puedas ver todos tus talentos y oportunidades, pero ahí están, tienes un rol y un propósito en donde estás. Los tiempos y lugares malos, las situaciones malas no son estáticos, el abismo en el cual te sientes no es tan profundo como parece, vas a lograr salir, vienen cosas mejores.
b. No te maltrates tratando de alcanzar expectativas irreales tuyas o de los demás.
Todos tenemos habilidades, formas de hacer, formas de ser, que por supuesto se pueden moderar o transformar, pero con expectativas reales. Tal vez puedes dejar de correr compitiendo con las habilidades y procesos de otros, buscando mejorar tú mismo, con responsabilidad, compromiso y calma.
c. No eres un súper hombre ni una super mujer, has lo mejor que puedas con lo que tienes.
La excelencia no radica en ser el mejor en todos los ámbitos, sino en la coherencia de tus logros con tus capacidades, con tus tiempos, con tus propias herramientas; en superarte cada día y paso a paso.
d. Reconoce que el mayor problema no es lo que sucede, sino como lo enfrentas.
Tú decides en qué pensamientos vas a gastar tus energías y hasta cuándo. Afrontar la situación, es ponerle la cara, a pesar de los temores o el dolor, es buscar ayuda, nuevas formas de hacer, nuevos puntos de vista. Es aferrarte a la luz por más pequeña que pueda parecer y salir, porque vas a lograr salir.